miércoles, noviembre 04, 2009

¿Vivir o morir?

Ante la inminente vivencia de una vida... ¿cuál es el sentido que uno le otorga a sus propios días? Nada se acaba hasta que no acaba, así que no debemos pensar en un sentido a corto plazo; en dado caso varios sentidos continuos que permeen la cotidianeidad de una motivación perenne.
Me pregunto cuál será la respuesta de cada uno ante la siguiente pegunta: ¿La vida vale la pena de ser vivida, sí o no? Me aventuro a decir que un "sí" viene a la mente inmediatamente, pero esta respuesta ¿es la reacción ante un cuestionamiento agresivo o es producto de una sincera reflexión que dé una orientación a la vida diaria?
Responder "no" implica negar cualquier motor que nos impulse a actuar de determinado modo, implica negar una felicidad sea momentánea o eterna, implica deshacer lo que aún no está hecho.
Responder "sí" implica todo lo contrario pero asumiendo la responsabilidad de cada uno de nuestros actos, es aceptar toda circunstancia independientemente del sacrificio que pueda significar, así como sus pérdidas y ganancias.

¿La libertad puede ser un estandarte para vivir independientemente de la respuesta a la pregunta previa? Si uno cree que no vale a pena vivir la vida entonces se puede caer en un valemadrismo derivado de la falta de compromiso ante uno mismo, y en caso de que sí valga la pena entonces la libertad debe dotar de un sentido particular a cada pensamiento para ser coherentes entre lo interno y lo externo, lo uno y lo otro, lo meditado y realizado, lo que se es y quiere ser.

¿Para qué vives? ¿Para qué mueres?


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