martes, septiembre 12, 2006

¿Comunicandonos?

El ser humano se caracteriza por su expresividad y capacidad de comunicarse; sin embargo, esa capacidad, en ocasiones resulta paradójica, pues no entienden lo mismo el que transmite el mensaje que aquel que lo recibe. Existen conceptos muy claros que no dan cabida a ninguna interpretación, pero hay otros que por ser abstractos o ambiguos, pueden ser interpretados de distintas maneras, pero damos por hecho que la otra persona entenderá lo mismo que nosotros, aunque no sea así.
Al reflexionar sobre este fenómeno me pregunto ¿cuál es el criterio para calificar una comunicación? ¿Cuándo es óptima y cuándo falla?
Pocas veces rectificamos que lo comprendido coincida con lo transmitido, así que vivimos en un mundo de incertidumbre, sin saber cuándo nos hemos comunicado y cuándo hemos fingido una comunicación.

Madurez

Cuando se habla de madurez... ¿a qué se refiere uno? ¿Al desarrollo intelectual de una persona? ¿Sureacción antes las diversas circunstancias? Creo que cada quien tiene su propio concepto y al hablar sobre la madurez no nos cuestionamos siquiera si la otra persona entenderá por ello lo mismo que nosotros.
Desde mi punto de vista, la madurez se refiere al estado que alcanza un individuo al adoptar una filosofía de vida y actúa de acuerdo a ella.
Esta filosofía es totalmente subjetiva pues cada quien la crea a partir de su historia: vivencias, ideas, valores, metas, sueños... pero sobre todo, parte de su concepción sobre el mundo y sus elementos, sean materiales o no, abstractos o mundanos, importante so irrelevantes.
A final de cuentas, aún lo más inexistente tiene una función al ser partícipe de la creación de la filosofía de vida propia.
"Vive como piensas, piensa como vives".

lunes, septiembre 04, 2006

Y despues ¿que?

¿Cuántas veces no hemos deseado obtener algo y luchado por conseguirlo? ¿Cuántas veces nuestros pensamientos y actos no han estado encaminados a conseguir aquello que tanto anhelamos?
Para explicar esto, podríamos adoptar la filosofía de Paulo Coelho, quien dice que el universo conspira a tu favor para que alcances aquello por lo que estás luchando, u otra postura un tanto egocentrista diciendo que los resultados son producto exclusivamente de tus esfuerzos para logar tus metas...
En cualquier de estas perspectivas el sujeto se ve involucrado en un proceso propio, en el cual la aspiración a un lugar, objeto, persona o momento es el principal motor de su búsqueda.
Y después de esto... ¿qué?
¿Qué sucede una vez que se ha conseguido lo que se desea?
Cuando concluye esa búsqueda se tiene una sastisfacción a cambio.... y después ¿qué?
y después ¿qué?
y después ¿qué?
Esta simple pregunta es capaz de dotar de sentido a la vida o, en caso contrario, de quitárselo.
Si cada instante sucediera con esta pregunta como fundamento, la vida tendría un significado evidente y no carecería de razón de ser.
Lo dejo a tu criterio para que te preguntes "y después ¿qué?"