¿Cuántas veces no hemos deseado obtener algo y luchado por conseguirlo? ¿Cuántas veces nuestros pensamientos y actos no han estado encaminados a conseguir aquello que tanto anhelamos?
Para explicar esto, podríamos adoptar la filosofía de Paulo Coelho, quien dice que el universo conspira a tu favor para que alcances aquello por lo que estás luchando, u otra postura un tanto egocentrista diciendo que los resultados son producto exclusivamente de tus esfuerzos para logar tus metas...
En cualquier de estas perspectivas el sujeto se ve involucrado en un proceso propio, en el cual la aspiración a un lugar, objeto, persona o momento es el principal motor de su búsqueda.
Y después de esto... ¿qué?
¿Qué sucede una vez que se ha conseguido lo que se desea?
Cuando concluye esa búsqueda se tiene una sastisfacción a cambio.... y después ¿qué?
y después ¿qué?
y después ¿qué?
Esta simple pregunta es capaz de dotar de sentido a la vida o, en caso contrario, de quitárselo.
Si cada instante sucediera con esta pregunta como fundamento, la vida tendría un significado evidente y no carecería de razón de ser.
Lo dejo a tu criterio para que te preguntes "y después ¿qué?"
lunes, septiembre 04, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario