¿Por que? o ¿para que?

La razón sigue siendo el camino de la vida, intentando comprender cada suceso, cada día y cada minuto... fallando en la mayoría de las veces.
A la vida no se le entiende, se le vive.
Qué difícil es aceptar esta idea para adoptarla como filosofía, pero a la larga resulta benigno porque permite disfrutar cada instante, tal como viene, y no se gasta energía en el querer comprender todo lo que sucede a nuestro alrededor, nos ataña o no.
Generalmente buscamos explicaciones y por qués.. resultaría mejor si buscáramos respuestas a otra pregunta: ¿para qué? este cuestionamiento podría ayudarnos a encontrarle sentido a algunas cosas que nos preocupan y aprenderíamos lecciones más útiles para el futuro que, sin importar cuan duradero sea, tenemos por delante.